Rubén Rojo, Director Centro Científico Tecnológico de la Región de Antofagasta “Mirar el mar no implica que si nos consumimos toda el agua de la cuenca vayamos a depredar el borde costero”
Durante encuentro nacional de consejeros regionales en San Pedro de Atacama, Región de Antofagasta, el directivo tuvo la oportunidad de profundizar en la experiencia de esta región del norte con la desalinización para consumo humano y procesos industriales, compartiéndola con el presidente de la comisión de Medio Ambiente, Minería y Energía del CORE, Pedro Valencia.
Escrito por Loreto Roco Castillo Viernes 2 de septiembre de 2022Rubén Rojo, Director Centro Científico Tecnológico de la Región de Antofagasta “Mirar el mar no implica que si nos consumimos toda el agua de la cuenca vayamos a depredar el borde costero”
Diversificación de la matriz hídrica es la principal consigna para la Región de Coquimbo respecto de la discusión y trabajo en torno al aseguramiento del agua para consumo humano. Considerando el proceso de desertificación por el que atraviesa la zona, sumado al cambio climático global, la preocupación permanente para autoridades, actores sociales y del mundo académico y científico es el agotamiento de las fuentes continentales de agua -superficiales y subterráneas-, que hoy abastecen a la región.
En este contexto se mantiene en la palestra la idea de desarrollar proyectos para plantas desalinizadoras, y recientemente se sumó al debate y análisis la posibilidad del reúso de aguas grises, que hoy se descargan al mar, y que pueden utilizarse para riego y/o industria. Alternativas que apuntan a quitar presión a las fuentes de abastecimiento tradicionales.
Un proceso por el que ya pasó la Región de Antofagasta, que actualmente es una de las que más experiencia tiene en matera de desalación y utilización de agua para procesos industriales en nuestro país. Particularmente la comuna de Antofagasta hoy se abastece en un 60% de agua desalada y próximamente este porcentaje será de un 100%, situación que se repite en Mejillones y Tocopilla.
Consultado sobre la experiencia de la región nortina y los factores a tener en cuenta para llevar adelante este trabajo, el director Centro Científico Tecnológico de la Región de Antofagasta, Rubén Rojo, puntualizó que "mirar el mar no implica que si nos consumimos toda el agua de la cuenca ahora vamos a depredar el borde costero y, en ese sentido la diversificación de la matriz hídrica es fundamental, pero surge a partir de conocer bien las condiciones de base que tenemos en el territorio".
Experiencia que fue bien recibida por parte del consejero y presidente de la Comisión de Medio Ambiente, Pedro Valencia, quien dijo que "hoy día existe la preocupación del real impacto que puede existir en el borde costero y, de ahí, la gran importancia de la investigación. Es súper importante invertir en conocimiento en las universidades y en los centros de investigación para no cometer errores que luego podamos lamentar. Por eso, conocer la experiencia de años que tiene la Región de Antofagasta es importante".
El consejero destaca que la situación que llevó a la Región de Antofagasta a apuntar hacia la desalación es similar a lo que hoy está pasando en la Región de Coquimbo, por lo que es fundamental conocer esta experiencia.
Con lo anterior, Valencia se refiere a la explotación intensiva de las cuencas que se desarrolló en Antofagasta, lo que forzó la mirada hacia el agua de mar. Como detalló Rubén Rojo "nuestras cuencas están vacías en algunos casos, o la tasa de renovación o sustitución de aguas es tan menor que si hiciéramos efectivos todos los derechos de agua tendríamos seco el Río Loa hace varios años".
Desalinización y falta de estudios en el Océano Pacífico
El experto detalla que en Antofagasta actualmente hay una importante y creciente demanda hídrica en carpeta, tanto en materia industrial como de la población, mientras que las iniciativas para cubrirla están enfocadas en proyectos de desalación. "La pregunta que planeta es ¿vamos a convertir a la región en una peineta, si la miramos desde arriba, o vamos a hacernos cargo de discutir el tema hídrico y, quizás, comenzar una discusión para llegar a una carretera hídrica, es decir, una gran tubería que provea a la industria y al consumo humano, cosa de aminorar los impactos en el borde costero?".
Se suma el hecho de la poca cantidad de estudios científicos realizados en torno a los efectos de la desalación en el borde del Océano Pacífico, contando principalmente con antecedentes del mar Mediterráneo, que, como explica Rojo, tiene condiciones ecológicas totalmente distintas al Pacífico. De momento, las estaciones de monitoreo locales evidencian cambios en la salinidad, en el ph, en la conductividad, en la temperatura del mar, variables que afectan un ecosistema
Sobre el proceso, Rojo detalla que "en la desalación no solo devolvemos al mar un agua con mayor concentración de salinidad, sino que altera el ph, la temperatura, altera las corrientes al tener una mayor densidad, pero además se utilizan químicos como antiincrustantes en las membranas, químicos que tampoco se tratan y que van a dar al mar. Entonces no sabemos los efectos fisicoquímicos de la desalación y tampoco sabemos cuántas especies -larvas, huevos o semillas- de las especies que están en el borde costero están muriendo en ese camino, porque esa agua lleva una enorme diversidad biológica y sostiene nichos ecológicos importantes".